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¿Qué es el guiso de lentejas y cuáles son sus aportes nutricionales?

El estofado de lentejas con pollo, descrito por Fernanda Berley, emerge como una opción culinaria idónea para contrarrestar el frío, ofreciendo una receta fácil, rápida y reduciendo la cocina a una sola cacerola. Inicia con la fritura de cebolla y ajo en aceite de oliva, seguido por la adición de pollo troceado, zanahoria, apio, y jitomates, complementándose con lentejas previamente remojadas, papas en trozos, y un toque distintivo de laurel, tomillo seco y chile guajillo. Este plato no solo destaca por su simplicidad y sabor, sino también por su nutritivo contenido, ensalzando las lentejas como fuente rica en proteínas, fibras y minerales esenciales, junto con el pollo como aporte significativo de proteínas de alta calidad, sin olvidar la contribución vitamínica de las verduras incorporadas.

Ingredientes básicos para un guiso de lentejas

Javi, el cocinero rockero de Cocina y Rock and Roll, nos introduce a la preparación de un clásico guiso de lentejas. “Es muy esencial remojar las lentejas en agua por lo menos 12 horas, para que se ablanden bien y se cocinen rápido”, señala Javi, destacando la importancia de la preparación previa de este ingrediente principal. Las lentejas deben ser 400g y preferentemente remojadas doce horas antes.

Para este guiso, añade a la olla 150g de carne de ternera, 1 chorizo y 150g de panceta ahumada, todos cortados en trozos del tamaño de un bocado. Esta combinación de carnes promete robustez al plato.

Entre las verduras, incluye una cebolla, un pedazo de morrón, dos tomates peritas, un diente de ajo, así como una papa y una batata de tamaño pequeño, además de un pedazo de zapallo, todos cortados uniformemente para asegurar una cocción pareja.

Finalmente, condimenta el guiso con sal, pimienta, pimentón y laurel a gusto, lo que promete un viaje de sabor estremecedor.

El Arte de Preparar Lentejas con Chorizo al Estilo Tradicional

En el inicio del proceso, resulta indispensable seleccionar la variedad adecuada de lentejas. La elección de la lenteja pardina extra se destaca no solo por su disponibilidad en mercados, sino también por la conveniencia de no requerir remojo previo para su cocción, aunque hacerlo puede acortar significativamente el tiempo en la cocina.

El preámbulo culinario comienza con las lentejas sumergidas en agua fría la noche anterior, marcando unas 12 horas de remojo. Esta etapa previa, libre de sal, es crucial aun cuando la inmediatez del tiempo pueda tentar a omitirla. Es un momento para purgar, para retirar esas lentejas que flotan a la deriva, señales claras de ser “no aptas”. “Es tan simple como fundamental: lentejas que flotan, a la basura van”, reza el dicho popular, recordando la importancia de una meticulosa selección previa al fuego. Después de este periodo introspectivo para las lentejas, se procede a su escurrimiento y puesta a punto para el encuentro con el calor.

La ceremonia prosigue con la sofisticación de los aromas: cebolla, ajo, pimiento; todos picados en una danza de cuchillo que les convierte en trozos diminutos, casi invisibles pero omnipresentes en sabor cuando la cocción alcance su clímax. Es aquí donde se plantea la opción de la inclusión del ajo, no como protagonista, sino como un fantasma gustativo que puede ser finalmente exorcizado a mitad de la cocción para aquellos paladares que prefieran su sutil influencia sobre una presencia definida.

Guiso de lentejas: Carnes, vegetales y más

Las lentejas forman una base versátil para una variedad inagotable de platos, desde potajes reconfortantes hasta ensaladas frescas. Su capacidad para adaptarse a diferentes ingredientes hace que puedan ser el centro de una comida contundente o un complemento nutritivo. Por ejemplo, en el guiso de lentejas con chorizo y panceta, las lentejas adoptan un sabor intenso y robusto, ideal para los amantes de los sabores profundos y las texturas ricas. “El chorizo aporta un toque picante que eleva las lentejas a otro nivel”, afirman desde el corazón de la cocina tradicional.

Por otro lado, la versión vegetariana del guiso de lentejas demuestra que renunciar a la carne no significa comprometer el sabor. Usando verduras asadas y curry, esta variante brinda una explosión de sabor. Las lentejas, al combinarse con verduras ricas en umami como la calabaza y especias como el curry, crean un platillo reconfortante y lleno de matices. Sin necesidad de ingredientes de origen animal, este guiso es un testimonio de la riqueza que los productos de la tierra pueden aportar a nuestra mesa.

Consejos clave para un guiso de lentejas sublime

El guiso de lentejas no es sólo comida, es todo un arte. Para muchos, un rito de paso hacia los sabereres culinarios más arraigados. Vamos a desgranar trucos vitales sin rodeos.

El proceso inicia con las lentejas. Blanquealas, reserva en frío. Ese es tu punto de partida. Después, la grasa de la panceta, esa es la base del sabor. Carne, chorizo, verduras, se unen en un compás de sabores donde cada uno, a su tiempo, aporta lo suyo. Usá una olla adecuada, doble fondo si es posible, para evitar accidentes como el temido quemado en el fondo.

El vino, siempre. Mejora todo. Deja que el alcohol se evapore para quedarte solo con el cuerpo, con el alma del vino, mezclándose con el resto de ingredientes. “Es como convertir un simple guiso en un manjar diseñado por el mismísimo Bacus“, dirían algunos.

Recuerda: el tiempo de cocción es crucial, especialmente con las lentejas. No las pongas demasiado pronto; hay que entender el ritmo de la cocción, dejarse llevar pero nunca perder el control. Y si vienen invitados, las lentejas entran al ruedo justo cuando estén por sentarse. No antes.

Para los que buscan evitar productos animales, el pimentón ahumado será tu mejor aliado, dándole ese toque de sabor intensamente reconfortante sin sacrificar principios.

La carne, la panceta, el chorizo, las especias… cada uno aporta su esencia. Pero las lentejas, ellas son la verdadera estrella. Tratalas bien, y tendrás un guiso de lentejas que no solamente alimenta cuerpos, sino almas.

Conservación del Guiso de Lentejas en el Congelador

El guiso de lentejas, ese plato reconfortante y nutritivo, se adapta perfectamente a la vida moderna gracias a su capacidad de conservarse en el congelador. Preparar en grandes cantidades no solo ahorra tiempo sino que garantiza tener opciones saludables a mano. Sin embargo, es crucial conocer la duración óptima de su almacenamiento para mantener su calidad.

Hasta 3 meses, esa es la ventana de tiempo en la que las lentejas guisadas congeladas mantienen su textura y sabor intactos. Es esencial permitir que el guiso se enfríe por completo antes de su almacenamiento y usar recipientes herméticos para protegerlo de la humedad y el aire. “Etiquetar con la fecha de preparación es un paso que no debe omitirse”, una medida simple pero efectiva para disfrutar del guiso en su mejor momento. Descongelar en la nevera asegura una transición adecuada para la reanimación del plato, preservando su carácter casero.