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Alcohol: Esencial en Desinfección de Manos

Ante la incertidumbre que rodea métodos contra el coronavirus, lo cierto es que el alcohol se erige como un firme aliado. Con una efectividad que roza el 90% en la eliminación de bacterias en manos, su concentración óptima no debe bajar del 70%. Este rango no solo es eficaz contra el COVID-19, sino contra un abanico de infecciones virales y bacterianas, reforzando la importancia de una higiene mano rigurosa.

La correcta higiene de manos, combinada con el uso de alcohol en gel, se presenta como una barrera imprescindible. No obstante, la efectividad resiliente del alcohol se atribuye a su capacidad de actuar como antiséptico, capaz de desmantelar la estructura de los gérmenes y microorganismos. Su principal agente, el etanol, destaca por su acción viricida superior, demostrando por qué el alcohol es más que una opción; es una necesidad.

Desentrañando la Eficacia Desinfectante del Alcohol

El alcohol etílico (o etanol) y el isopropanol, comúnmente reconocidos por su potencial en la desinfección y la antisepsia, ostentan un rol crucial en el combate contra patógenos dañinos. Investigaciones múltiples, tanto in vitro como in vivo, evidencian su capacidad para inactivar una amplia gama de microorganismos, incluidos virus y bacterias, al desnaturalizar proteínas y disminuir la tensión superficial de membranas celulares. En particular, el etanol al 70%, recomendado ampliamente, asume una eficacia destacada, contrarrestando organismos nocivos en manos y superficies. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recalca la superioridad de dos formulaciones con concentraciones alcohólicas más elevadas ante situaciones de escasez o emergencia sanitaria, como la pandemia por COVID-19.

En los ensayos estipulados por normas europeas (EN) y americanas (ASTM), se manifiesta que los productos basados en alcohol deben demostrar su actividad bactericida y viricida en lapsos no menores a 30 segundos. “El desempeño de las formulaciones antisépticas no debe ser inferior al de una solución de isopropanol al 60% v/v, tomado como referencia”, especifica el análisis de la Universidad Nacional de Córdoba. Este rigor en la evaluación subraya la importancia de concentraciones y tiempos de contacto adecuados para garantizar una desinfección efectiva, especialmente frente a patógenos emergentes como el SARS-CoV-2.

Cómo hacer desinfectante de manos casero con alcohol

Desde la plataforma de YouTube, Samuel Arcadia ofrece una alternativa asequible y eficaz para mantener la higiene personal a través de la elaboración casera de gel antibacterial. En un detallado tutorial, Arcadia comparte una receta aprobada por la Profeco, adaptada para producir no solo unos cuantos mililitros, sino medio litro de desinfectante para manos.

Con ingredientes como alcohol etílico de 70 grados, agua purificada o destilada, Carbopol 940, glicerina y unas gotas de trietanolamina, este preparado promete ser una barrera eficaz contra virus y bacterias. La importancia de seguir las instrucciones al pie de la letra es crucial, tal como el mismo Arcadia enfatiza: “Es súper importante que sigan las instrucciones tal cual yo las hago para que les quede un gel así de bonito, así de transparente y sobre todo para que no batallen“. Siguiendo cada paso meticulosamente, el resultado es un desinfectante que no solo es potente, sino también amable con la piel gracias a la glicerina, que aporta suavidad a las manos.

Recomendaciones para usar correctamente el alcohol desinfectante de manos

Desde Clínica Alemana de Santiago de Chile, la enfermera Carolina Pastén comparte técnicas esenciales para la aplicación eficiente del alcohol gel, elemento crítico en la prevención de infecciones. La correcta higienización de manos con alcohol gel requiere una dosis que cubra completamente la palma y un procedimiento detallado que incluye: frotar palmas, dorsos, entre los dedos, y el área de los pulgares, todo durante al menos 20 segundos. Pastén sugiere, “debe esperar a que el alcohol gel se seque completamente antes de considerar que las manos están higienizadas”.

Resalta la preferencia por el lavado de manos tradicional con agua y jabón siempre que sea posible, reservando el uso del alcohol gel para situaciones donde no se cuente con esa opción. Este consejo subraya la importancia de métodos de higiene apropiados en la lucha contra la transmisión de enfermedades.

Uso Excesivo de Desinfectante y la Resistencia Antibiótica

La creciente dependencia del desinfectante de manos como medio de higiene ha desencadenado una preocupación significativa entre los expertos de salud: el potencial desarrollo de resistencia antibiótica. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades ha advertido sobre esta implicación, señalando que el uso inmoderado podría favorecer a bacterias capaces de sobrevivir a tratamientos que de otra manera serían efectivos. “Estas bacterias pueden desarrollar la capacidad de tolerar los medicamentos diseñados para matarlas”, destacan reportes recientes, lo que subraya la importancia de considerar alternativas como el tradicional lavado de manos.

Desinfectantes y la Depleción de Microbiomas Saludables

Además de las advertencias sobre resistencia a los antibióticos, los desinfectantes de manos a base de alcohol podrían tener un efecto perjudicial en el microbio de la piel. Al eliminar indiscriminadamente tanto bacterias patógenas como beneficiosas, el desequilibrio generado podría tener repercusiones en la salud general del individuo. “La solución es usarlo con precaución y solo en ausencia de agua y jabón”, recomiendan expertos, subrayando la importancia de este balance para mantener una microbiota cutánea saludable.