El año pasado un hombre, cuya identidad no ha sido revelada, se sometió en Virginia, Estados Unidos a una colonoscopia. Para tomar nota de las indicaciones que los doctores le dirían al finalizar la operación, dejó su celular listo, pero éste accidentalmente empezó a grabar antes de tiempo, por lo que captó los comentarios de los médicos durante la cirugía.
Al finalizar la intervención el paciente decidió revisar su teléfono y descubrió que durante la anestesióloga Tiffany Ingham aseguraba que quería pegarle un puñetazo en la cara y que incluiría en su historia médica que tenía una enfermedad de transmisión sexual, hemorroides y sífilis; a pesar de que nada de lo anterior era cierto.
Además de la actitud de la anestesióloga, también escuchó otro tipo de insultos donde sus colegas no intervinieron para detener las falsas acusaciones.
Como muestra de su enojo, el hombre decidió demandar a los doctores por difamación y mala praxis; por lo anterior el caso fue llevado a juicio y la semana pasada resultó ganador de la demanda, por lo que deberán de darle una indemnización de 500 mil dólares.