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¿Qué es la yaca, la fruta de los siete sabores?

La yaca, conocida por ser la fruta más grande del mundo, es uno de los tesoros tropicales que, gracias a canales como CULTIVO EN CASA, se desvelan para aquellos interesados en la agricultura urbana. Evelio Pérez, desde el estado de Tabasco, México, dedica su plataforma a compartir su sabiduría sobre una variedad de cultivos orgánicos, incluida la impresionante yaca. Este fruto, que puede llegar a pesar entre 10 y 50 kg, es un ejemplo palpable de la generosidad de la naturaleza. Al describir su experiencia con el cultivo de este gigante, Evelio comparte, “aquí les voy a mostrar cómo son los frutos para que puedan ver el fruto de la yaca que es totalmente grande“, una cita que refleja el asombro y la fascinación que provoca la cosecha de tal magnitud. De tallo grueso y robusto, el árbol de yaca no solo destaca por su tamaño, sino por su capacidad para producir desde la base, un rasgo no tan común que lo hace aún más especial.

Características Distintivas de la Yaca

Considerada la fruta más grande del planeta, la yaca destaca por su impresionante tamaño y su composición nutricional. Este singular fruto ofrece una pulpa comestible que constituye un 74% agua, 23% carbohidratos, 2% proteínas, y 1% grasa, marcando su perfil como una fuente sustancial de hidratación y energía para quienes la consumen. Además, su relevancia se extiende a lo cultural, siendo la fruta nacional de Bangladés y celebrada en los estados de Kerala y Tamil Nadu en India, donde se organiza incluso festivales en su honor.

Dentro de su espectro gastronómico, las semillas de la yaca también juegan un papel importante. Una vez tostadas, estas semillas se transforman en una alternativa al chocolate, demostrando la versatilidad culinaria de la yaca. Resaltando su sabor único, un estudio sobre los volátiles del sabor en distintos cultivares reveló la presencia dominante de isovalerato de etilo, isovalerato de propilo, y acetato de 3-metilbutilo, entre otros, otorgándole ese aroma dulce y afrutado tan característico. Aunque su aroma exterior puede resultar intenso, su interior es apreciado por reminiscencias a piña y plátano, sumando a su atractivo culinario.

¿Cuáles son los beneficios y propiedades de la yaca?

La yaca, colocada por el canal Cocina Fácil Conmigo en el centro de los reflectores, deslumbra no sólo por sus dimensiones que pueden oscilar hasta los 50 kilos y los 90 centímetros de longitud, sino por su vasto repertorio de propiedades nutricionales y medicinales. Este fruto tropical, de origen asiático, pero ya presente en territorio mexicano, específicamente señalado en las cercanías de Tepic, Nayarit, se caracteriza por su bajo contenido en azúcares y por ser una fuente rica en minerales esenciales tales como el hierro y el calcio. Sin embargo, lo que eleva el perfil nutricional de la yaca son sus componentes bioactivos: carotenos, fitoesteroles, polifenoles—principalmente flavonoides—, que le confieren un potente efecto antioxidante, antiinflamatorio, anticancerígeno, antibacteriano, antineoplástico, hipoglucémico y cicatrizante. Una afirmación clave del material consultado plantea: “Antineoplástica significa que previene el desarrollo y crecimiento de células tumorales malignas”. Este aspecto sin duda, junto con la capacidad de los fitoesteroles y polifenoles de reducir el riesgo cardiovascular, coloca a la yaca en un sitial de preferencia para aquellos interesados en una alimentación consciente y protectora de la salud.

Asimismo, su versatilidad culinaria es subrayada al describirse como una opción idónea para vegetarianos, pudiendo sustituir la carne en platos salados cuando la yaca se encuentra en su estado verde debido a su consistencia insípida. No obstante, cuando alcanza la madurez, su sabor dulce y tropical, reminiscente de una mezcla de plátano, piña, melón, mango y papaya, la hace ideal tanto para ser degustada sola como incorporada en una variedad de recetas, ya sean dulces o saladas, convirtiéndola así en un “exquisito placer a nuestro paladar”.

Maneras Innovadoras de Comer Yaca

La yaca, esa fruta exótica de exterior espinoso y corazón pegajoso, se transforma en un festín culinario con el manejo adecuado. Originaria de regiones tropicales, se ha ganado un lugar en la mesa global por sus múltiples aplicaciones, desde comerla fresca hasta utilizarla como carne vegana sustituta. Preparar la yaca fresca requiere paciencia y técnica: inicia cortándola por la mitad para remover el tallo central y luego, empleando aceite vegetal en manos y cuchillo para combatir la savia pegajosa, extrae los segmentos comestibles y las semillas. Estas últimas, no deseches, pues tostadas u horneadas liberan un sabor único, ahumado o suavemente dulce, dependiendo del método de cocción elegido.

La versatilidad de la yaca brilla al incorporarla en distintos platos. Como sustituto de carne, la textura de la yaca desmenuzada mimetiza a la perfección el cerdo o el pollo en sándwiches y salteados, aportando una solución vegana rica en sabor a las mesas. Para los aventureros del gusto, experimentar con la yaca en ensaladas picantes mezcladas con chiles y cebolletas abre un nuevo espectro de sensaciones. Y en una jugada maestra de imitación, se puede transformar en “ensalada de atún”, una versión marina vegetal donde la sencillez y la creatividad se dan la mano. “Evita comprar yaca enlatada en almíbar,” aconsejan los expertos, pues su dulzura puede sobrecargar el paladar y eclipsar los sabores que se buscan destacar.

Producción de Yaca en México: Ubicaciones Clave

La geografía de la yaca en México dibuja un mapa de cultivos concentrados principalmente en Nayarit, una entidad federativa donde esta fruta no solo ha encontrado un hogar sino también un nicho económico relevante. En el corazón de Nayarit, los municipios de San Blas y Compostela destacan como las áreas con la mayor producción, según revelan datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). En 2016, la cifra alcanzó las 18,611 toneladas, de las cuales un imponente 90% encontró su camino hacia el mercado estadounidense, dejando ganancias por encima de los 7 millones de dólares.

En conversación con Mundano, Enrique Martínez Montoya, gerente comercial de MyM Fruits y partícipe directo en la dinámica de este mercado, comparte que el crecimiento del consumo de yaca es notable, transformando incluso el paisaje agrícola de regiones como San Blas: “Ya mucha gente cambió sus huertos de mango y de plátano para meter la yaca, porque es un fruto que da mucho margen”. Este cambio subraya la adaptabilidad y potencial económico de la yaca, favoreciendo una diversificación en la oferta agrícola frente a la anterior dominancia de cultivos tradicionales.

Yaca y Cambio Climático: Una Visión Esperanzadora

En medio de la búsqueda incansable de soluciones al cambio climático, la yaca emerge como un emblema de resistencia y adaptabilidad. Su potencial como cultivo milagroso para combatir el hambre y como sustituto sustentable de la carne captura la atención global. No solo se aclama por su inigualable sabor que amalgama sensaciones tropicales, sino también por su versatilidad culinaria, capaz de transformarse en tacos, enchiladas, y hasta postres. La chef nayarita Alondra Maldonado la describe como una fruta de “siete sabores”, un tributo a su riqueza gustativa que recuerda al plátano, mango, melón y mamey.

La yaca no solo nutre, sino que prospera en condiciones adversas, mostrando una tenacidad que podría sobrepasar a cultivos tradicionales bajo la amenaza constante del cambio climático. Enrique Martínez Montoya, de MyM Fruits, subraya la importancia creciente de la yaca, con el primer envío desde Nayarit en 1992 marcando el inicio de lo que hoy es uno de sus principales productos agrícolas. “Ya mucha gente cambió sus huertos de mango y de plátano para meter la yaca“, revela Martínez, destacando su capacidad de adaptación y sustento económico para las regiones productoras. En un mundo clamando por soluciones frente a la crisis climática, la yaca se erige no solo como un deleite culinario, sino como un bastión de esperanza.