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Cómo Dominar el Arte de Dormir en un Avión

La clave reside en optimizar el entorno para convertirlo en un oasis de frescura, oscuridad y tranquilidad, esencial para un sueño reparador, incluso a 30,000 pies de altura. Según los expertos, este triplete actúa como el trifecta ideal para induce al cuerpo a un estado propicio para el sueño. No obstante, el ambiente de un avión dista mucho de ser el idóneo para descansar. Aquí radica la importancia de adoptar medidas proactivas: vestirse por capas para manejar de forma efectiva la volátil temperatura de la cabina, emplear tapones para los oídos y un antifaz de calidad para aislar los sentidos del ruido y la luz, respectivamente. “El vestuario por capas facilita la adaptación del cuerpo a las fluctuantes condiciones térmicas, mientras que los tapones y el antifaz crean una barrera contra las principales distracciones”, afirma Kahn.

En la batalla contra el insomnio aéreo, la preparación juega un papel crucial. Optar por un asiento de ventanilla, no solo por la vista sino por ofrecer un punto de apoyo, fortalece las posibilidades de encontrar el sueño. Igualmente, pequeños toques como el uso de aceite esencial de lavanda para relajar la mente antes de intentar dormir, y el recurso a la melatonina como ayuda, pueden marcar la diferencia, aunque siempre es recomendable consulta previa con un médico. “El aceite esencial de lavanda es mi truco personal para crear una atmósfera calmada que invita al sueño,” comparte Savy.

Dormir en el Avión: Estrategias Efectivas

La ansiedad y el estrés son barreras significativas para conseguir un sueño reparador a miles de metros sobre el suelo. Según Jamie Zeitzer, destacado profesor en la Universidad de Stanford y experto en ritmos circadianos, enfrentar estos desafíos es clave. “El estrés social y físico, derivado de la falta de espacio y la compresión física en los asientos, juegan un papel crucial en la calidad del sueño a bordo”, explica. Esta realidad nos impele a buscar estrategias que mitiguen estos aspectos negativos y favorezcan el descanso.

Una solución que muchos pasajeros pasan por alto es la adaptación del entorno a sus necesidades. Como señala Betty Thesky, con tres décadas de experiencia en la aviación, la astucia puede ser tu mejor aliada. “Siempre busco asientos vacíos donde pueda reclinar mi asiento con mayor libertad, y me aseguro de llevar una manta y una almohada de viaje para maximizar mi comodidad”, sugiere. Además, enfatiza la importancia de evitar el alcohol y las pastillas para dormir, que pueden complicar más que ayudar. En este cuidadoso equilibrio entre comodidad y cautela reside el secreto de un buen descanso durante el vuelo.

La Importancia Vital de Elegir Asiento para Dormir en Vuelo

La estrategia para un vuelo placentero comienza mucho antes de pisar el avión; reside en la elección inteligente del asiento. La decisión de dónde sentarse afecta directamente la calidad del descanso en travesías aéreas. Optar por un asiento que se adapte a tus necesidades de sueño puede ser la diferencia entre llegar descansado o agotado. Las opciones más buscadas son ventana o pasillo, pero cada elección conlleva sus pros y contras. Los asientos de ventana ofrecen un apoyo lateral para dormir, mientras que los de pasillo permiten movilidad sin molestar a otros. Sin embargo, hay variables a considerar, como el espacio limitado para las piernas en ciertas filas o la imposibilidad de reclinar el asiento en otras.

“Elegir el asiento adecuado juega un papel muy esencial (a la hora de dormir en un avión). Suelo sugerir un asiento de ventanilla si es posible, ya que ofrece algo en lo que apoyarse para dormir”, afirma el experto en viajes, Savy. Esta recomendación encapsula la necesidad de prestar atención a la ubicación dentro del avión más allá de la simple preferencia personal. La anticipación en la selección del asiento no sólo es un movimiento estratégico para el confort sino una inversión en el bienestar durante y después del vuelo.

Alimentos y Bebidas para Promover el Sueño en Vuelos

En el desafío por conciliar sueño durante los vuelos, especialistas en la materia ofrecen su sabiduría sobre qué consumir para facilitar este proceso. La clave podría estar en la melatonina y en limitar ciertas bebidas, según expertos cuyas voces resuenan con autoridad en el ámbito del sueño.

La doctora Lois Krahn de la Clínica Mayo destaca la importancia de la melatonina como suplemento: “Esa es mi opción preferida para un vuelo nocturno”. Se debe considerar el momento de su ingestión, idealmente con suficiente antelación para permitir su completo efecto. Michael Breus, un reputado psicólogo clínico y especialista en sueño, añade: “Cuando la tomas en forma de píldora, tiene que bajar a tu estómago y luego llegar a tu cerebro. Eso toma aproximadamente 90 minutos”. Por otro lado, Breus también recomienda poner un límite al consumo de alcohol antes y durante el vuelo para evitar la deshidratación y la alteración de los ritmos del sueño, lo que puede resultar en un descanso fragmentado y poco reparador.

Dormir en un Avión: Almohadas y Cobijas como Elementos Clave

La clave para un descanso óptimo en las alturas reside en la selección adecuada de almohadas y cobijas. Almohadas cervicales y cobijas de tejidos suaves pueden transformar un vuelo ordinario en una experiencia revitalizante. La ergonomía y el material juegan un papel crucial en este proceso. Según expertos en ergonomía aplicada al viaje, “La elección de una almohada que se adapte no solo al cuello, sino a la curvatura espinal, es esencial para evitar dolores y asegurar un descanso profundo”. La misma lógica aplica para las cobijas; las fabricadas con materiales como el algodón puro o las mezclas de bambú ofrecen una termorregulación ideal que mantiene al viajero a una temperatura confortable a lo largo del vuelo.

Personalización del espacio de descanso, aunque limitado a bordo, resulta fundamental. La configuración del asiento, la inclinación de la almohada para soportar el cuello y la correcta colocación de la cobija para evitar el frío pueden marcar la diferencia entre llegar descansado o necesitar un día extra de recuperación post-vuelo. Los expertos sugieren: “Adaptar el espacio a tus necesidades, incluso en un entorno tan restringido como el de un avión, permite crear un microambiente personal propicio para el descanso“. Estos ajustes personales, sumados al uso adecuado de almohadas y cobijas, conforman una estrategia integral para mejorar la calidad del sueño a bordo.