Los estudios existentes que determinan las claves para tener una dieta sana son variados, todos coinciden en la importancia del consumo de variedad de alimentos así como la puesta en práctica de algunos otros hábitos para una vida saludable.
Definamos dieta sana
Una ingesta de alimentos que mantienen, pero también que ayudan a recuperar o mejorar la condición de salud en un ser humano es una dieta sana; una buena alimentación previene enfermedades y se consigue ingiriendo la cantidad correcta de alimentos en proporciones adecuadas.
Recordemos que la alimentación es un proceso a través del cual a nuestro cuerpo llega desde el exterior unas series de sustancias que son vitales para la nutrición cuando la persona ingiere, absorbe, transforma y utiliza estas sustancias.
México tiene la peor dieta
En México es elevado el consumo de caloría, se ingieren en exceso las llamadas comidas “chatarras” y bebidas azucaradas, aunado a esto somos una población en su mayoría sedentaria lo que impide la quema de calorías. No consumimos agua suficiente, ya que la población mexicana está acostumbrada a sustituir el agua por otros líquidos que contienen elevadas cantidades de calorías y sodio.
De igual forma no existe el interés por una dieta balanceada, ya que se desconoce las propiedades de cada uno de los grupos alimenticios, su importancia y correcta ingesta. Por otro lado estudios reflejan que en México el 80% de las mujeres y el 62.5% de los hombres no llevan a cabo ninguna actividad física.
Importancia de una dieta sana
Comer sin control, mal y sin los alimentos adecuados tiene una enorme influencia en nuestra salud. La alimentación y la salud caminan de la mano y eso está claramente demostrado; una dieta balanceada y propicia ayuda a promover la salud y a prevenir enfermedades, mientras que lo contrario es un factor determinante en el desarrollo de enfermedades crónicas tales como: cardiovasculares, obesidad, hipertensión, diabetes mellitus, entre otras.
Así que el tipo de alimentos que comemos, su cantidad y variedad, tienen una enorme repercusión en nuestra salud. Una buena y saludable alimentación permite que nuestro organismo funcione apropiadamente y asegura el desarrollo y crecimiento óptimo en las diferentes etapas de nuestra vida.
Pero también es fundamental combinar una dieta sana con otros hábitos de vida saludables; no ingerir sustancias perjudiciales a nuestro cuerpo como el alcohol y el tabaco, realizar ejercicios físicos habitualmente y respetar las horas del sueño que el cuerpo necesita.
A la hora de alimentarnos hay que tener muy presente varios criterios
Es necesario llevar una dieta variada que incluya alimentos de diferentes grupos, tales como: frutas, hortalizas, carnes, pescados, huevos, cereales, aceites, lácteos y azucares, ya que una efectiva combinación de ellos nos permitirán obtener los nutrientes necesarios para nuestro cuerpo. Recordando que una dieta para que sea sana y equilibrada tiene que contener todos los nutrientes y en las cantidades adecuadas y así la persona tendrá cubierta todas sus necesidades y no le haga falta.
Debemos comer manteniendo un balance adecuado, no se debe consumir excesivamente un alimento desplazando o sustituyendo a otro, así como también tener moderación en las cantidades consumidas para evitar la obesidad y mantener el peso adecuado.
Incluir gran cantidad de alimentos de origen vegetal es otra de las recomendaciones más comunes a la hora de hablar de dieta saludable; se debe tomar con medida los de origen animal y promover más la ingesta de frutas, cereales, hortalizas, verduras, fibras y legumbres. Recordando que las verduras son ricas en agua, hidratos de carbono y fibra; poseen poca grasa y nada de colesterol.
Mantener una correcta alimentación, que sea equilibrada y variada, teniendo también hábitos de vida saludables, será la receta para tener un buen estado de salud. Hacer ejercicio físico de forma moderada, ajustado a nuestras posibilidades, recurrir a los especialistas, y por sobre todo no abusar de lo que ingerimos es clave para tener una vida sana.